27/7/08

Tabarca-Leyenda del Llop Marí




La "Nueva Tabarka", la Isla Plana, Planesia o también llamada Isla de San Pablo.
A quien los antiguos llamaron Plúmbea por el color de plomo que tiene mirándole de lejos. Depende administrativamente de Alicante, situada a tres millas de Santa Pola y a once de Alicante. Isla abundante en caza de conejos, también fue madriguera de corsarios, siendo muchas las personas que han sido cautivas en ella.
Antes de que Carlos III metiera sus manos en ella, fue un importante nido de piratas berberiscos.
Después de meterlas, fue asentamiento de trescientos pescadores genoveses apresados en otra Tabarka, en esta ocasión tunecina, y que el monarca aposentó en nuestro islote.
Amuralló su perímetro y los genoveses se tuvieron que dedicar a las faenas del mar. Así lo dice, al menos, nuestro insigne cronista Viravens: "los tabarquinos que procedían de una isla cuya principal industria era el coral, se dedicaron desde luego a ejercer su profesión de pescadores adquiriendo los instrumentos necesarios para ellos".
Dedicados, pues, a este noble oficio en el que se distinguieron por su destreza, ganaban el sustento de sus familias pues el mar de la Nueva Tabarca es fértil en alaches, sardinas, bonito, atún, boga, lampuga, salmonete, ostras, caracoles y gambas. Allí establecieron la almadraba en el mar que media entre la isla y La Galera, para hacer la difícil y muy peligrosa pesca del atún....

Y aquí surge la leyenda...

Tabarca tiene al sur una gruta que se interna unos cien metros por el subsuelo de la población. Y en esta gruta penetran las aguas del mar, a cuyo favor entran también pequeñas embarcaciones de poco calado. Esta caverna se llama "La Cova del Llop Marí", porque a ella vienen este pez que es grande y feroz, de cuerpo liso y viscoso, y su boca está armada de dientes de varios tamaños y formas.
Aprovechando la oscuridad de la noche, los habitantes de Tabarca se atreven a penetrar en la gruta y, tirando al mar sus anzuelos, pescan al Llop Marí.
La cueva es de aspecto fantástico, y entre las estalactitas que cuelgan de la techumbre se ven concavidades donde se recogen las gaviotas.
A finales del siglo XIX, la gruta recibió la visita de dos enormes lobos marinos. Allí se cobijaron para recibir el nacimiento de su primer hijo. Pero los isleños consideraron aquello una invasión y un peligro, pues iban a destruir las redes y a comerse la pesca.
Esperaron a una noche de luna llena y atraparon a la pareja por sorpresa. El miedo precipitó el parto de la hembra, cuya cria nació muerta. Fue tal su tristeza que también la madre murió.
Y el padre, en su soledad más angustiosa, lanzó aullidos de dolor y de rabia que perforaron los tímpanos de los isleños durante 3 días. El tiempo que tardó en morir.
Hay habitantes de Tabarca que afirman que su cadaver está aún en las profundidades. Y las noches de luna llena, desde la gruta, lanza ayes lastimeros que se escuchan desde la misma Santa Pola. Pero luego, en el mar, se forma una procesión de lecholas, calamares, lisas, sepias, salmonetes y langostas, que asisten a un curioso cortejo fúnebre. Y en el fondo de la gruta, se extienden como alfombra, las algas, esponjas, petrosias y axineles.
Un funeral en honor a aquel gran lobo marino que murió de soledad añorando a su familia...
Y que aprendió a llorar después de muerto.

9 comentarios:

¡LLUEVE REVOLUCIÓN! dijo...

Mi tiíto es de Santa Pola, y nunca olvidaré un verano que fui de visita a su hogar, y me llevó también a Tabarca. El sr. conductor del barco me dejó llevarlo un rato, era de noche y ahí iba yo super emocionada, con su gorra y todo...aunque yo soy más de tierra firme, tengo el recuerdo aquí (me estoy señalando dentro, en general, jajaja).


Besos PoP Morena y compañía!

morena dijo...

Mírala ella!! que guapa con gorra marinera, ese es un buen recuerdo nena, guárdalo

Un beso gordo, con gorra e isla a la vista..

Forlati dijo...

Quina història tan chula!

Besadetes.

Vicè dijo...

Gran historia, gran canción. Cada vez estoy más convencido de que valencianos, marselleses, genoveses, tunecinos, albaneses, palermitanos... formarmos parte de un mismo pueblo...

baci

morena dijo...

Gracias a los dos, muchos besos

diafebus dijo...

También Xàbia cuenta con una "cova del llop marí". Parece mentira, pero todavía no he estado nunca en Tabarca, ya se sabe, tan lejos y tan cerca estamos de nuestras cosas. Habrá que poner remedio, no?

Magnífica historia Maga.

morena dijo...

Por supuesto que hay que poner remedio!!, en cuanto pase septiembre, cuando le apetezca, (y esto va por todos), le/s encantará, y su calderito más, mmmmmm, que bó.

Besos isleños de morena

Comtessa d´Angeville dijo...

Y yo ¿qué voy a decir de Tabarca? Si a lo largo de este año me ha salvado de morir ahogada entre exámenes que preparar y millonarios insoportables, qué hubiera hecho yo si no hubiera tenido Tabarca para escaparme!!

Y de mis días allí el verano pasado... de esos mejor no hablo...

Como para que vuelvan los lobos marinos allí está la cosa... hace cosa de un par de años se avistó algo, no recuerdo si era un lobo marino o una foca... pero nada, no se quedó...

Pascual Pomares Bonmati dijo...

Me encanto ver este blog, soy santapolero y tabarca siempre fue mi rincón favorito donde me escapaba de alguna realidad que me estaba ahogando, o bien el lugar idóneo donde poder invitar a algunos amigos a pasar unos momentos inolvidables alrededor de una mesa y degustando la comida tradicional de tabarca.

Ah! este es mi blog,

http://la-cova-del-llop-mari.blogspot.com/