21/5/09

Juegos de calle




Ni DS, ni PSP, ni internet ni nada de nada, mis juegos eran juegos de calle, a partir de las cinco y media de la tarde un reguero de niños salía de las porterías que daban lugar a la calle Músico Torres Climent, allí pasé mi infancia y allí aún viven mis padres, con los años perdí la cuenta de cuántas criaturas nos reuníamos pero créanme si les digo que se podía hacer al menos tres alineaciones con algún que otro reserva.

Jugábamos a los cromos de picar, hacíamos un montoncito bocaabajo en el suelo y con la mano haciendo vacío había que darles la vuelta y ponerlos de cara, era una pequeña apuesta, a veces te llevabas tu cajita a rebosar y otras un poco más temblorosa, eso las chicas, mientras, los chicos jugaban a las chapas, en aquella época en las de los botellines de fanta, coca-cola y alguna más, llevaban el dibujo de la cara de distintos jugadores de fútbol y así conseguían hacer su particular equipo, también habían juegos conjuntos, el pañuelo, dos filas tremendas, una madre y un número, ganaba el que antes cojía el pañuelo y volvía a su sitio, una forma de jugar a pillar, que también lo hacíamos, a relevos, utilizábamos tres calles, a matar, y como no, a churro, mediamanga, mangotero....., convirtiéndose en el juego más habitual cara a la adolescencia (los tocamientos descuidados eran brutales), la comba, la goma, la bici, el patinete y un sin fín de juegos inventados y disfrutados por todos hasta que nos hicimos algo más mayores y los intereses fueron otros, intereses que ustedes pueden imaginar....

Utilizando los dos puntos de vista el mío y el de Sergio y un poco la nostalgia, la calle parece distinta, los gritos de la chiquillería han sido sustituídos por el trasiego de motos, coches y demás medios de locomoción con los que es imposible compatibilizar este tipo de juegos. La calle ya no es la misma, ya no se ven niños, ya no se oyen risas, ya no queda espacio para los juegos de calle.


Y usted, ¿a qué jugaba?

5 comentarios:

Josep dijo...

Les nostres famílies eren bastant normals, el nostre col·legi era normalet, però els nostres jocs no.

1) Arponers. "Per allà rebufa! arponer tot a babor!" quan passava una noia obesa

2) Protogorrilles. Ajudàvem a aparcar... i reiem molt, sobretot quan es trencaven els parafangs!

3) Comentaristes automobilístics. Feiem broma dels que feien pràctica d'autoescola. "Vigíla, una senora!!" Donava gust veure els ensurts que es fotien.

I molts més... quants records!!

Forlati dijo...

Ademés de tots els que ha dit vosté en el segon paràgraf:

- A la trompa.
- A les boles (a guac).
- A anar a sumbar-se-la darrere del solàrium de Les Arenes.
- A fútbol en les travessies (les posteries eren la part de baix dels banquets).
- A botons, per supost.
- A la botelleta.
- Al telefonet.
- A tirar-se de cap des de les cabines de les barques del port.
- A comandos, en la fàbrica de vi Valsangiacomo abandonada. Sempre acabàvem en un trau al cap.
- A tirar-se pets.
- A beso, atrevimiento o verdad.

Uffff, quàntes coses!

Besadetes…

¡LLUEVE REVOLUCIÓN! dijo...

Jo, qué bonito...me da tanta rabia que todos esos jueguines hayan quedado atrás que casi parece nostalgia, o quizá lo sea!!!!!!lo más chuli era jugar con mis little pony, o a ponerme el batín tipo Superman y saltar por las sillas del salón hasta que mi padre pedía moderación (pues no me daba golpes ni nada,jajaja), o jugar a mirarse a ver quién se reía primero, o a pillar, o a la pesca, o al tirirí, o a hacer marionetas, o a beso, verdad y atrevimiento, o a mosca,o a las chapas, o a "vale que yo soy...?"...jajaja!
Ays, morena, mil gracias por este precioso post,alicantina bonica!Muas muas con raciones de chuiks que esbozan una sonrisa del recuerdo (toma, eso ni Gustavo Adolfo Bécquer...jajaja)

Comtessa d´Angeville dijo...

De esos cromos recuerdo ir con una hermana de mi padre a comprar para su colección (ya muy entrada en años ella) a una tienda que había cerca de mi colegio y justo en los bajos de la finca que había sido toda la vida de la família, donde habían vivido mi padre y sus seis hermanos, donde mi abuelo tenía su consulta, donde la hermana de mi abuelo tenía el piano, donde luego vivieron algunos de los hermanos de mi padre cuando crecieron... Ahora no tenemos absolutamente nada. En fin, que en los bajos había una tienda que yo he llegado a conocer de muy pequeña, de cosas de coleccionistas, sellos, monedas, y recuerdo haber ido allí con mi tía a comprar cromos, que había de mil cosas. La tienda la llevaba un señor que tenía el pelo blanco muy largo, y una barba blanca muy larga también, alto, con gafas colgando de un hilo y siempre un libro entre las manos. Me daba un poco de miedo.

Yo jugaba a revolcarme en las montañas de mierda que se usaban para abono en los huertos, a tirarnos en monopatín y bicicleta por las cuestas del pueblo, a cazar sapos y ranas, a pescar cangrejos, a botebote, a polis i cacos... a mil cosas.

Oxímoron dijo...

Creo que con la pérdida de todos estos juegos estaremos dejando de desarrollar alguna parte importante de nuestro cerebro. Parece que las nuevas generaciones optan por los inputs virtuales y ello conlleva un creciente desapego hacia el medio en el que viven y en relación con su comprensión de la realidad.
Echo de menos las largas tardes de sol en descampados al estilo del de Cuéntame, jugando al fútbol sin tregua y también a otros juegos: escondite, canicas, peonzas, chapas, a soplar cromos o a jugárselos según el pantalón del equipo (los tazos me pillaron ya mayor), tres navíos hay en el mar, la botella y beso, verdad, atrevimiento, a organizar vueltas ciclistas cronometradas por el pueblo, culet (juego de fútol llamado así por el castigo en forma de balonazos con el que se infligía al perdedor), mundialito (todos contra todos con un solo portero y a ver quién marca más goles), el pañuelo, etc.
También añoro los ensayos de play-backs en la calle de mis jóvenes vecinas. Al menos antes no había tanta "academia de cantos de cisne" y predominaba el repertorio de Grease.
Como decía la Comtessa, la vida en un medio más rural también te permite experimentar sensaciones únicas y muy primarias. Yo también he cazado de pequeño todo tipo de bichos que ahora me causan cierta aprensión.
"Cazan ranas en vez de ir a estudiar, cada sábado rompen un cristal..."