Mostrando entradas con la etiqueta benedetti. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta benedetti. Mostrar todas las entradas

23/12/09

Nuevo Canal Interoceánico

.


.


Te propongo construir
.
un nuevo canal
.
sin esclusas
.
ni excusas que comunique por fin
.
tu mirada
.
atlántica
.
con mi natural
.
pacífico.
.
.
.
.
.

Feliz año cretino

.

.

.

.

10/7/09

Terapia

"Para no sucumbir
ante la tentación
del precipicio
el mejor tratamiento
es el fornicio"

(Benedetti)



Esta casa les desea: ¡terapia por un tubo!, bueno para el humor, la piel, el prójimo....

Buen fin de semana

30/6/09

Lujo para los sentidos




Asunción de ti

Quién hubiera creído que se hallaba
sola en el aire, oculta, tu mirada.
Quién hubiera creído esa terrible
ocasión de nacer puesta al alcance
de mi suerte y mis ojos,
y que tú y yo iríamos, despojados
de todo bien, de todo mal, de todo,
a aherrojarnos en el mismo silencio,
a inclinarnos sobre la misma fuente
para vernos y vernos
mutuamente espiados en el fondo,
temblando desde el agua,
descubriendo, pretendiendo alcanzar
quién eras tú detrás de esa cortina,
quién era yo detrás de mí.
Y todavía no hemos visto nada.
Espero que alguien venga, inexorable,
siempre temo y espero,
y acabe por nombrarnos en un signo,
por situarnos en alguna estación
por dejarnos allí, como dos gritos
de asombro.
Pero nunca será. Tú no eres ese,
yo no soy esa, ésos, los que fuimos
antes de ser nosotros.
Eras, sí, pero ahora
suenas un poco a mí.
Era, sí, pero ahora
vengo un poco a ti.
No demasiado, solamente un toque,
acaso un leve rasgo familiar,
pero que fuerce a todos a abarcarnos
a ti y a mí cuando nos piensen solos.



Hemos llegado al crepúsculo neutro
donde el día y la noche se funden y se igualan.
Nadie podrá olvidar este descanso.
Pasa sobre mis párpados el cielo fácil
a dejarme los ojos vacíos de ciudad.
No pienses ahora en el tiempo de agujas,
en el tiempo de pobres desesperaciones.
Ahora sólo existe el anhelo desnudo,
el sol que se desprende de sus nubes de llanto,
tu rostro que se interna noche adentro
hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa.



Puedes querer el alba cuando ames.
Puedes venir a reclamarte como eras.
He conservado intacto tu paisaje.
Lo dejaré en tus manos
cuando éstas lleguen, como siempre,
anunciándote.
Puedes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú.
Aunque mi voz te espere
sola en su azar quemando
y tu dueño sea eso y mucho más.
Puedes amar el alba cuando quieras.
Mi soledad ha aprendido a ostentarte.
Esta noche, otra noche tú estarás
y volverá a gemir el tiempo giratorio
y los labios dirán, esta paz ahora, esta paz ahora.
Ahora puedes venir a reclamarte,
penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
reconocer tu tibio corazón sin excusas,
los cuadros persuadidos, saberte aquí.
Habrá para vivir cualquier huida
y el momento de la espuma y el sol
que aquí permanecieron.
Habrá para aprender otra piedad
y el momento del sueño y el amor
que aquí permanecieron.
Esta noche, otra noche tú estarás,
tibio estarás al alcance de mis ojos,
lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.
He conservado intacto tu paisaje
pero no sé hasta dónde está intacto sin ti,
sin que tú le prometas horizontes de niebla,
sin que tú le reclames su ventana de arena.
Puedes querer el alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú, aunque contigo traigas
dolor y otros milagros.
Aunque seas otro rostro de tu cielo hacia mí.

(Benedetti)



Bona nit