Sobre la lengua
la memoria salada de tus ojos
y los zumos del beso.
Sobre los pliegues de la lengua
el desolado gusto de la ausencia,
la candente sazón de nuestro aliento.
Sobre la penumbra de la lengua
no tanto la dulzura entrelazada
sino el ácido febril del mordisqueo.
Sobre mi lengua alfarera
la posta de tus ojos insomnes,
el largo itinerario de tu cuerpo.
Sobre la lengua
el metálico sabor de tu deseo.
(Renée Ferrer)
3 comentarios:
Pues tenía razón, morena, estupenda canción. En qué momento se perdió este muchacho en el oficio de la réplica y el bucle. Se la candentemente alienta.
El papel de Quimi Portet es fundamental, me temo
Qué poesía tan bella...
Qué melancolía a la que me veo arrastrada.
Besos, maga.
Publicar un comentario